30.3.13

Observar para aprender

Tradicionalmente, los maestros japoneses no explican demasiado las técnicas que demuestran en el tatami. Se sabe por ejemplo, que O'Sensei mostraba una determinada técnica y dejaba que los alumnos la trabajasen, que encontrasen su propio camino.

O'Sensei demonstrando una técnica


¿Porqué?

¿Porqué no explicarlo todo de una vez y permitir al alumno un progreso rápido en el listado de técnicas que tiene que aprender?

Cuestiones y más cuestiones


Hace poco tuve una conversación sobre este tema (en un apretado tren yendo al aeropuerto, por supuesto). Debo admitir que fue una de las conversaciones más apasionantes sobre artes marciales que he tenido hasta el dia de hoy, y eso que no han sido pocas. En realidad este tema es muy interesante porque va más allá de las artes marciales. Está más relacionado con los paradigmas culturales, la forma de ver la educación y dentro de ella, la esencia de la trasmisión del conocimiento.

Los secretos de las técnicas están escondidos a simple vista


Estamos acostumbrados a tener una persona de pie explicando una gran cantidad de conocimiento, del cual usaremos un 5% en nuestras vidas cotidianas. Nuestro papel se limitaba a aguantar las tediosas horas de clase y después memorizar esa extensa cantidad de palabras para volcarlas en el papel en el dia del examen. Pocas veces podemos decidir la matéria que estudiamos, o cómo la estudiamos. Este planteamento (que existe de forma generalizada en el mundo, salvo algunas excepciones) permite desarrollar la memoria, pero no fomenta en absoluto el espiritu crítico, la curiosidad, la capacidad de usar la información, de captar los detalles y de entender lo que está escondido. En realidad es muy común terminar una carrera y pensar: "no sé cómo hacer el trabajo", finalmente aprendemos enlazando la teoria previa con el trabajo practico, el cual precisa de la imaginación.


¿Aprender memorizando... o aprender observando, discutiendo y experimentando?


¿Todo este discurso porqué? Porque en las artes marciales lo importante es ver lo que esta escondido, entender lo que subyace detras de los movimientos, las sensaciones y no solamente las formas. Además, es el alumno quien debe encontrarlo, por lo que será parte de su búsqueda y de su Do (camino). En realidad es todo lo contrario a lo que nuestra educación nos tiene acostumbrados.

Aprender compartiendo


En el caso de las artes marciales tradicionales, el alumno seguramente estaria interesado en entender la materia pues su vida dependeria de ello. El profesor explicaría lo minimo. De hecho el japonés es un idioma muy poco concreto, sin conjugaciones o géneros, es el receptor quien desarrolla la sensibilidad para robar la información, retenerla y adaptarla a su realidad. Esto lo hizo Takeda Sokaku en sus viajes y muchos otros artistas marciales. Las estancias en otros dojo podrian durar apenas algunos dias por lo que tenian que apoderarse del conocimiento rapidamente. Observaban para aprender y tenian desarrollada una gran sensibilidad para ello.


Robar una técnica escodida en Shigurui Death Frenzy
:)

24.3.13

El entrenamiento en el mundo del guerrero

Muchas veces me pregunto cuánto sabemos realmente de los entrenamientos de los guerreros que combatían a muerte. Mi curiosidad radica en la intensidad con la que vivian esas horas de entrenamiento, teniendo en cuenta que el objetivo final era vivir o morir.

Estampa japonesa de un combate de samurai encima de un tejado

Los Samurai eran una casta preparada para el combate que existió durante casi mil años y desapareció progresivamente con la apertura de Japón al extranjero a mediados del siglo XIX. La imensidad de años que trascurrieron desde sus orígenes hasta su final son un buen indicativo de los cambios que se produjeron en sus costumes, tradiciones, forma de vivir, de luchar, de armas que usaban, además de su papel y estatus dentro de la sociedad.

Los Samurai acumulaban muchas horas de entrenamiento en diferentes disciplinas marciales. Es posible que un guerrero de entonces obtuviera muchas más horas de práctica en pocos años que una persona a dia de hoy toda su vida.


Es muy probable que durante los periodos más sangrientos de la história de Japón la casta guerrera fuera educada de forma muy salvaje. El objetivo seria conseguir el máximo de resultados en el menor tiempo posible. La temprana edad en la que el guerrero participaba en la batalla no permitia estudiar artes marciales con el detalle y finura con la que estudiamos actualmente. Por otro lado, es poco probable que todos los guerreros fuesen realmente expertos en las artes marciales desde un punto de vista técnico y perfeccionista. Lo más lógico es que fuesen entrenados para reaccionar con gran violencia y efectividad.

El guerrero entrenaba para sobrevivir en la violencia


Hoy día, entendemos el pasado con las gafas del presente. Nos gusta imaginar unas generaciones idealizadas, una casta que actuaba con gran virtud... pero lo más probable es que esas facultades solamente las tuviesen algunos guerreros. El Bushido tal como se describe hoy día es en realidad un código de conducta creado para controlar tácitamente la gran cantidad de guerreros educados para la violencia y que vivian épocas de paz (Tokugawa).

   ¿Lo que enseñamos hoy será realmente parecido a lo que se trasmitia entonces?


Es interesante entender que, por otro lado, buscamos entrenar artes de guerra en tiempos de paz y que eso influye la intensidad y la presión del entrenamiento. Deseamos aprender las técnicas para que se puedan emplear con efectividad... pero no creo que queramos eliminar a nadie en un combate a muerte con ellas. El Bushi entrenaba unicamente con ese objetivo, entrenaban el Bujutsu (técnicas de guerra). Es fácil ver la distancia entre nuestros entrenamientos y los suyos.


¿Cómo recuperar y preservar ese espiritú sin perder el Do?

19.3.13

El progreso del profesor

Estas últimas semanas he estado entrenando en el Kishinkan de París. Mientras aterrizaba en el aeropuerto de Charles de Gaulle recordé que exactamente un año atrás pisaba por primera vez el suelo de la ciudad, que mucho habia sucedido desde entonces, que habia entrenado duramente y sentía que había hecho progresos en mi técnica... pero sabía que era posible que mi profesor y sus alumnos hubieran hecho más horas. No puedo negar que me entró cierto recelo al pensar que la distancia entre ellos y yo pudiera haber aumentado.

Aterrizando en Paris


Tuve tiempo de conversar con Léo y hacerle algunas preguntas sobre la visión que tiene del espíritu marcial en el Aikido. Nuestras conversaciones tienden a desarrollarse en los sitios más raros, como en los apretados trenes de Paris o corriendo hacia algún lugar para entrenar. Cuando tenemos tiempo para hablar de estos temas tranquilamente, lo más probable es que hablemos de otras cosas.

Un arte marcial orientado hacia la compasión requiere un gran dominio de la técnica


Cuando estamos aprendiendo, miramos a quienes nos enseñan entendiendo que hay una distancia entre lo que el profesor transmite y nuestra capacidad de entender y reproducir la materia. En este viaje me he dado cuenta de que la distancia entre mi profesor y yo ha aumentado. Sus movimientos están revestidos de linealidad y agudeza, la forma contiene movimiento oculto y los conceptos de juntai (movimiento global) y velocidad constante ya están integrados.

No empujar el suelo conlleva a técnicas invisibles para Uke


Es más fácil percibir los progresos de los demás que los propios. He observado cambios en su práctica desde que empecé a estudiar con él hace unos años. Es muy inspirador ver que la persona que te transmite no ha llegado a sus límites y que aspira saber y conocer más. Me anima a seguir practicando y entrenar en esa dirección. Si me esfuerzo, quizás un día esa distancia se acortará.

; )

Fotos de Shizuka Tamaki

8.3.13

Ukemi: ¿perder o ganar? - parte II

Hace un tiempo escribi un post dedicado al Ukemi* y hablé de importancia de revestir esta técnica de marcialidad. Bajo mi punto de vista, el Ukemi es una parte esencial del trabajo de Uke. Uke se define como el que recibe la técnica de Tori, que a su vez la ejecuta. Dentro de estas dos definiciones parece que está implícito que el primero "pierde" y el segundo "gana". No estoy de acuerdo con esta idea. És una visión limitante, parcial y muy poco realista de lo que puede ser un combate.


* Ukemi: "el cuerpo que recibe" es una forma de caer en el suelo minimizando el daño físico.


Durante el estudio de las técnicas es interesante que Uke permita a Tori sentir los movimientos que hace para poder reflexionar sobre ellos. En la foto Iván ejecuta una técnica y el Uke aprovecha para sentir el efecto de la técnica en el cuerpo. Foto: Desiderio Ondo.


Estudiamos las técnicas en situaciones controladas, sabemos anticipadamente lo que va a ocurrir. Se conoce el ataque y lo que se va a desarrollar sobre él. Bloquear el movimiento de Tori en este contexto es obviamente lo más fácil que se puede hacer y bajo mi perspectiva lo menos interesante. Un buen Uke debe exigirse la mejor reacción y un trabajo honesto para que Tori pueda aprender dentro de la situación propuesta. Es mucho más interesante trabajar con alguien capaz de guiarte en tus fallos, que con una persona que ignora todo el peligro de un combate real y se concentra en bloquear lo que sabe que va a ocurrir.

El Ukemi
Uke puede usar el Ukemi para neutralizar la intención de Tori, para inutilizar su técnica. Conviene hacerlo de forma suave, sin dar indicación de la dirección que va a tomar. Es muy interesante trasmitir a Tori la sensación de luchar contra una chaqueta vacía. El estudio de las técnicas gana una nueva dimensión, és más continuada y los papeles se pueden invertir. Abajo pongo un ejemplo de ello grabado en clase, aunque el resultado está lejos de ser perfecto.

Uke neutraliza la técnica de Tori. El trabajo se detiene para volver a estudiar la técnica, pero puede ser continuada en kaeshi-waza (contra técnica).


Este trabajo no es fácil, pero requiere que ambos participantes estén continuadamente entrenando la sensibilidad, la marcialidad y la atención hasta el final de la técnica. De esta forma, se practica más tiempo en la misma cantidad de horas de entrenamiento. Ayudamos a Tori pero esencialmente se devuelve a Uke un papel verdaderamente activo.

Creo que, de esta forma, nos podemos acercar un poco más a la sensación de peligro real y rompemos el estigma ridículo, que tanto mancha el Aikido, de que el Uke "se deja" hacer cosas.