29.4.13

El paso de Antoine Chatry

Este fin de semana contamos con la presencia de Antoine Chatry en nuestros tatamis. Antoine es actualmente alumno de Léo Tamaki y Kuroda Sensei, pero sobretodo es un investigador en las artes marciales y el resultado de su búsqueda es verdaderamente envidiable: un trabajo preciso y afilado, como si estuviera en todo el momento protegido por un sable.
 
Siempre protegido por el sable


Cuando le conocí lo que más me gustó de él fue su destreza en el trabajo de armas y la facilidad con la que se desplazaba libremente sin estar anclado al suelo. Dos años más tarde la evolución de su trabajo es admirable, y su inteligencia a la hora de enseñar nos regaló dos días de detalles que intentaré acoplar inmediatamente a mi trabajo.

Un trabajo fino, lleno de matices


Nuevamente hicimos el seminario en el Yokokan, en Almussafes, un clásico de nuestros encuentros. Es un sitio cuidado, con mucha dedicación por parte de Óscar, su dueño. Este espacio inspira verdaderamente a practicar artes marciales: en un ambiente muy relajado y agradable, con mucha luz natural.

Desplazamiento libre, suave y rapido


La clase empezó con ejercicios fundamentales, que buscan usar el cuerpo de forma relajada y conectada (ver: la transformación marcial, por Léo Tamaki) y que cambian la manera de sentir todos los movimientos, incluso los que consideramos más comunes como los ukemi. El desarrollo de diferentes técnicas sobre ataques como katadori y shomenuchi, siguieron la pauta de orientar toda la acción del cuerpo sobre el eje uke, tomando su centro, lugar y equilíbrio por medio de la sensación de efectuar el corte con un sable.

 

Los mismos princípios del sable aplicados 
el trabajo de manos libres


Pero lo que parece sencillo no lo es. Un corte de sable no es simplemente levantar y bajar el brazo, requiere un profundo trabajo de relajación, extensión del cuerpo y conexión con el uke... cosa que aún tengo que trabajar bastante, pero que Antoine lo hace con una gran naturalidad. Una vez más confirmé que cuando se da una conexión entre Tori y Uke, se desarrolla una verdadera sensación de peligro, como también afirmó uno de mis compañeros, David (le dedicaré a este tema mi próximo post).

 Un trabajo suave, eficaz y directo al grano.


Mientras hacía la traducción del inglés al castellano fui escogido como uke un par de veces. Hubo momentos dónde la cosa se puso tan interesante que se me olvidó traducir lo que me explicaba Antoine. En su trabajo ví destellos de las sensaciones que apenas había experimentado con Kuroda y Tamaki Sensei hasta hoy. He de admitir que sentí envidia de su progreso y de su practica, y eso me inspira y me anima a poner las manos en la masa.

 Grandes progresos en la forma y en el contenido


Nuestro grupo crece poco a poco y mientras tanto, la forma de abordar el Aikido en el seno del Kishinkai va interesando paulatinamente a un mayor número de personas. Aumenta la asistencia a los seminarios y acuden algunos curiosos a mirar desde fuera. Esperamos que Antoine haya disfrutado del seminario tanto como nosotros. Ninguna palabra ha estado carente de contenido y ninguna explicación trivial. Como un tirador de élite, Antoine apunta y dispara para acertar... han sido dos dias de lo más exigente a nivel técnico, pero las cervecitas entraron suaves como la seda.
 
 Gracias de corazón Antoine: Au revoir!

 Los supervivientes del domingo
:)

24.4.13

Pankration: vale todo menos sacar ojos

A lo largo de la Historia, las diferentes culturas han intentado lidar con el problema de la violencia. Como consecuencia se han creado cientos de sistemas de defensa y ataque a los que se designan artes marciales.
El Pankration es un arte marcial del mundo griego. La visión académica de este arte marcial lo describe como la combinación y evolución del boxeo y de la lucha libre. Sin embargo, existen indicios de que el Pankration (quizás con otro nombre) se practicara desde eel 2000 a.C. como arte de guerra, por lo que lo más lógico es que la lucha y el boxeo sean, en realidad, la versión deportiva del mismo.

 
 Guantes de boxeo para las olimpiadas griegas

Pankration significa "técnica total" lo que viene a decir que no hay restricciones en el combate (prohibido arracar los ojos). En las olimpiadas, era normal que  los enfrentamientos terminasen con la muerte del oponente o con alguna parte de cuerpo rota. Se consideraban ambos como victória.
Agarres, estrangulaciones, inmovilizaciones, patadas y puñetazos eran las bases de este arte marcial. Era un mundo diferente, bélico. Todos los ciudadanos de las Poli (ciudades-estado) estaban obligados a hacer el servício militar (en la Grecia actual sigue siéndolo). Todos sabrían defenderse y posiblemente también arrancar ojos.

 
 Agarres y sumisión

 Proyección (Nage)

Este arte marcial fue prohibido en 393 d.C. por  el emperador bizantino Theodosius I. Actualmente existen derivaciones que se desarrollaron a través del estudio de objetos artisticos, pero el Pankration tal y cómo se practicaba ya no se puede recuperar plenamente.

 Son sin embargo interesantes los escritos encontrados sobre la estratégia de combate:

- no caer al suelo (si es posible).
- explorar las debilidades del adversário (su lado mejor o peor).
- no escapar de los golpes, sino entrar en ellos (irimi y atemi). Luchar ofensiva y no reactivamente.
- usar el terreno y los elementos a tu favor (ponerse de espaldas al sol, etc.).


 Algunas de estas estratégias básicas son muy similares a las descritas por Myamoto Musashi.

¿Interesante, no?

22.4.13

We're off to never never land...

Año 1991, la banda estadounidense Metallica expone su disco homónimo en lo que fue la "listening party" más grande de la década. Miles de fans y curiosos escucharon las canciones del álbum que veinte años después seguía en el top cien de ventas.


"Metallica, Metallica" (banda y disco) era una expresión que se escuchaba constantemente en la radio. La canción que incineraba mis auriculares era "Enter Sandman". Con ella aprendí mis primeros acordes rockeros en la guitarra eléctrica y con ella cerraba los conciertos de mi banda del instituto.



Lo recuerdo como si fuera de otra vida: furgonetas llenas de material de música, oídos que pitaban toda la noche, aprender a tocar con radioK7 (nada de partituras o internet... ni mucho menos videos tutoriales), guitarras muuuuuyy malas y siempre, siempre el cantante sin P.A. para la voz...realmente era la tierra del nunca jamás (never never land)...

...y, honestamente, fueron unos tiempos deliciosos.


19.4.13

Artes marciales: ¿Para qué?

¿Los que practicamos artes marciales, sea cual sea, porque lo hacemos?

¿Queremos ganar?


¿Queremos adaptarnos al adversário?


¿Hacer proezas sobrehumanas, testarnos?
 
¿Queremos perfeccionar la estrategia, encontrar las oportunidades, ser invencibles?


¿Buscamos poder concentrarnos, respirar, liberarnos del estrés?



¿Buscamos las debilidades del oponente, marcar el punto final?


¿Buscamos la compasión, mejorar como Ser Humano?


¿Buscamos el movimiento perfecto, invisible?


¿Qué buscas cuando practicas tu arte marcial?

:)

18.4.13

Kishinkai en Valencia: masterclass de Antoine Chatry

Me alegra muchisimo confirmar que Antoine Chatry viene a Valencia el 27 y 28 de abril para impartir un seminario. Antoine es una de esas personas tranquilas y serenas que en seguida sobresalen cuando pisan el tatami. Recuerdo que hace unos años acompañó a Léo Tamaki en un seminario de verano en Valencia, su manejo del sable era impresionante.


Cartel para la masterclass de Antoine Chatry
Foto de http://www.olivierlerille.com con permiso del autor


Desde entonces que le he visto un par de veces en París y en los seminarios de Kuroda Sensei. Entrenar con él es un privilegio que sólo he tenido durante algunos minutos en los últimos años. Este seminario es una oportunidad única para poder cambiar eso.

Antoine entrenando con Waka Sensei (hijo de Kuroda Sensei)

Trabaja en el tatami con gran concentración, actitud y postura. Posee un gran domínio de la etiqueta. Durante los entrenamientos de su 3er Dan (hace un par de años) me sorprendió ver que no perdía su espiritú en ningún momento. Era cómo un motor perfectamente engrasado y en marcha.

¡Nos vemos pronto!

Léo, yo, Cristian y Antoine

fotos Shizuka Tamaki

16.4.13

Right here, right now!

No soy el fan número uno de la música electrónica pero hay temas que me hacen recordar momentos precisos de mi vida. La tema "right here, right now" (aquí y ahora) de Fatboy Slim es uno de ellos. El disco se llama "You've come a long way, baby" (Has hecho un largo recorrido) y disparó en los Tops de todo el mundo en el año 1998. El video es lo que recuerdo mejor: un resumen (muy resumido) de la evolución de las especies hasta llegar al ser humano actual (   :S  ).




En el '98 tenía 16 años. Las Rave Party estaban de moda en la Azores. Esta era una de las muchas y míticas pistas que completaban la banda sonora de las noches. "Aqui y ahora" cantábamos al uníssono entre amigos, luces, humo y alcohol. Éramos libres.

12.4.13

Utilizar algunos imprevistos a nuestro favor

Me lesioné hace un par de dias en la muñeca derecha. No sé exactamente cómo fue, pero mientras realizaba un movimiento sentí un estiramiento en el interior del brazo seguido de una vibración que, de tener sonido, seria algo así como "crack". 

Me asusté un poco porque no me gustaría parar de practicar ahora. Tengo muchos eventos a los que asistir, debo prepararme para mi exámen de Nidan (2º Dan) y sobretodo quiero dar un buen seguimiento a los nuevos compañeros que acabam de empezar mis clases.

!"·$%&/()= ?¿

Tras una noche agitada con incómodos dolores recordé una frase de mi profesor de Kung-Fu: "a veces las lesiones te indican que haces algo mal y te dan una oportunidad única para poder entrenar otras partes de tu cuerpo". Así que creo que seguiré su consejo, lo enfocaré como una "oportunidad". 

Al fin y al cabo, mis padres ha sido generosos y han estimado oportuno darme dos muñecas. Es una gran oportunindad para entrenar mi lado izquierdo, el que peor se me dá.


:)

10.4.13

Entrevista a Miguel Silva, el primer Uchi Deshi de Léo Tamaki

Recientemente mi buen amigo Alex propuso hacerme una entrevista para su blog de artes marciales (Budo Musha Shugyo). Su web está en francés, por lo que le pedi publicarla en aquibudo en castellano. Muchas gracias por la oportunidad Alex.


"Entrevista a Miguel Silva, el primer Uchi Deshi de Léo Tamaki, en Budo Musha Shugyo


A través de los seminarios y de los entrenamientos te encuentras con muchas personas, se entablan lazos y algunas veces, esas conexiones vez se transforman en amistad. Miguel forma parte de ese grupo de personas con las cuales he tenido la suerte de cruzarme. Más que un pareja de práctica Miguel es un amigo que aprecio particularmente, tanto por su trabajo como por su personalidad.

Tiene 30 años y es Doctor (PhD) en Conservación y Restauración del Patrimonio. Actualmente 1er Dan de Aïkido en la escuela del Kishinkaï Aïkido, sigue la práctica de Leo Tamaki Senseï y Kuroda Senseï. Lo conocí el año pasado durante su viaje a Francia. Vino desde Valencia para entrenar en el Kishinkan Dojo con nosotros. Con su llegada conocí un practicante apasionado, cuyo trabajo refleja su personalidad. De una humildad asombrosa, tiene esa increíble capacidad de escuchar a quienes le rodean:  al escuchar sus cuerpos ha alcanzado una gran capacidad de fusionarse con ellos, de conectar con el trabajo de sus parejas y adversarios.

A principios de año me propuso realizarme una entrevista para preguntarme y conocer mi camino y visión del Budo. Muy sorprendido por su propuesta, finalmente acepté pensando que sería una experiencia para reflexonar sobre mi propio camino. Hace un mes, coincidiéndo con su segunda venida a París, le he propuesto que sea él esta vez quien responda a mis preguntas para poder así conocer su visión de la practica a partir su experiencia al lado de Léo Tamaki.

"Gracias Miguel por tus repuestas llenas de enseñanzas"

¿Miguel puedes contarnos tu recorrido marcial? ¿porqué te decidiste por el Aïkido?
En realidad mi recorrido es bastante corto. Empecé a entrenar kung-fu To’A a los 19 años cuando fui a estudiar a la Universidad de Lisboa. Durante 3-4 años practiqué de 2 a 3 veces por semana. El entrenamiento consistía entonces de una hora de intenso trabajo físico y después flexibilidad, dedicábamos mucha atención a ejercicios de endurecimiento de las manos, abdominales y de stamina. Pasada la primera hora entrenábamos kata que correspondían a los diferentes cinturones y al final de la clase dedicábamos tiempo a combate libre. Era un arte marcial muy interesante e intento no olvidar nunca lo que aprendí allí. Mi profesor era muy carismático, poseía un gran dominio de su cuerpo y tenía talento para el kung-fu.

Empecé en el Aikido cuando vine a vivir a Valencia (España). Quería seguir practicando artes marciales, pero al mismo tiempo probar algo diferente. Me puse a buscar cerca de mi casa y encontré Aikido a través de César de la Cal. Cuándo fui a ver su clase estaba haciendo ukemi. Eran suaves, fluidos y conectados, al enseñar técnicas buscaba la relajación para generar movimientos potentes: era la primera vez que veía algo así y me impresionó mucho… era muy diferente a hacer 40 flexiones en 30 segundos, o hacer el pino sobre los nudillos de las manos y aguantar hasta perder el conocimiento… así empecé en el Aikido.

¿Que buscas ahora en el Aïkido y el Budo?
Me considero un principiante y en este momento mi objetivo es simplemente mejorar mi técnica y educar mi cuerpo. Lo cierto es que antes de escribir esta frase he estado un buen rato pensando en esta pregunta… me gustaría tener una buena respuesta, más grandilocuente. Pero voy a ser honesto: no la tengo aún. Simplemente me apasiona y quiero mejorar. Me gustan los retos que me plantea el Aikido, especialmente los que propone Léo en el trabajo del Kishinkai: usar el cuerpo de forma global y conectada, percibir los movimientos del adversário a través de la sensibilidad… era justo lo que buscaba en un arte marcial.

Miguel réalisant Irimi Nage
Haciendo Iriminage

Por otro lado, no busco nada esotérico en el Aikido o el Budo. Creo que el crecimiento espiritual y personal aparece naturalmente mediante la práctica, es una sensación. Hay personas que no extraen nada positivo a través de estas disciplinas y acaban desistiendo, o se dedican a otras actividades. Yo me considero afortunado porque he encontrado algo que me aporta sensaciones positivas, casualmente está dentro de lo que se designa budo.

¿El año pasado nos encontramos en el Kishinkan en Paris. Estuviste en Francia un mes. Como has conocido a Léo Tamaki?
Vi a Léo por primera vez en Bras, en el Osoji junto a Tamura Sensei, creo que en el 2009. Por esa época yo llevaba apenas un año practicando. Recuerdo que su mujer tocaba la flauta al final de la tarde, mientras nosotros limpiábamos todas las esquinas del Shumeikan (Dojo de Tamura). Memoricé el rosto de Léo pero no recuerdo haber practicado con él ese fin de semana. Unos meses más tarde, apareció en Valencia para impartir un seminario… las formas que explicaba eran muy interesantes, especialmente su concepción de los movimientos. Me marcó mucho una frase que dijo: “hacer el mismo movimiento, usando el cuerpo de forma diferente”. Pensé: ¡esto es lo que quiero hacer!
Léo continuó viniendo a Valencia y yo seguí yendo a sus clases. Es una persona algo reservada y a veces me preguntaba cosas sobre mi vida. Un día, al final de un seminario me llamó a parte y me dijo: “sé que ahora acabas de hacer tu tesis doctoral y que tienes una temporada de descanso” y sin muchas palabras simplemente me invitó a ir a su casa para entrenar… fue todo muy natural. Sólo un tonto diría “no” (risas). Había pasado muchos meses encerrado en casa, sin salir, simplemente escribiendo mi tesis cómo un loco… fue cómo un maravilloso abrazo del destino.

¿Qué recuerdo guardas de este momento de tu vida de practicante? ¿Qué te aportó esto en tu práctica?
En el Kishinkan encontré un ambiente muy marcial pero al mismo tiempo relajado, en el que la etiqueta no se impone, se encuentra naturalmente. Hay un espíritu de grupo muy potente, tácito. Encontré gente verdaderamente interesada en las artes marciales y un profesor que plantea retos interesantes y se preocupa con la evolución de sus alumnos. Notas que el profesor es bueno cuando entrenas con los alumnos más jóvenes. Recuerdo que sentí como si entrara en una arena con leones y yo era el gatito. Cuándo tú y yo practicábamos jiu-waza me hiciste un kotegaeshi y peiné el suelo con la cabeza… pensé: ¡esto va en serio!

Avec Miguel aux buttes de Chaumont
Alex y yo en una fria tarde en Paris 

Pero en Paris, aparte de entrenar muchas horas y mejorar mi técnica tanto cuanto pude, creo que lo más importante del viaje fue ver cómo transmitía las clases, el espíritu del grupo que creó, cómo desarrollaba el trabajo en clase y su dedicación apasionada al budo en todas las vertientes de su vida. Aprendí mucho de él… me doy más cuenta de ello ahora que tengo una clase a mi cargo, que entonces cuando volví a Valencia.

Durante tu estancia has participado también en un seminario de Kuroda Senseï ¿lo viste por primera vez entonces?
Si, fue la primera vez. Léo me había hablado de Kuroda Sensei e insistió que asistiera al seminario. Inicialmente tuve mis reservas porque en realidad no sabía nada de este profesor. Recuerdo un día que Léo se levantó de su mesa de trabajo y me puso un DVD haciendo kata de kenjutsu. Miré a Léo y le dije que lo que estaba viendo no podía ser verdad (risas). Tenía que ir a verle.

¿Qué buscas al practicar con estos instructores (Léo y Kuroda Senseï)?
Entendí gracias a ellos que hay otras formas de usar el cuerpo. Que el conocimiento de nuestro cuerpo es, en realidad, muy limitado. Cuando te proponen ciertos ejercicios les miras y dices: ¡Ah! Ya lo tengo. Una vez comienzas a realizarlos te das cuenta que no sabes nada. A veces tenía la sensación de que mi cuerpo no me pertenecía. Le mandaba hacer cosas y no me hacía caso, no podía hacerlo. Descubrí que en el cuerpo hay un millón de tensiones y desequilibrios que tendré que ir corrigiendo con el tiempo… es un trabajo increíble y muy difícil, pero lo que puedes llegar a desarrollar es mucho más interesante que simplemente repetir formas.

En un futuro me gustaría tener la capacidad de incluir en mi práctica lo que estos instructores me enseñan, las sensaciones que me transmiten. La suavidad, la rapidez y los movimientos “silenciosos” al ojo. No detectas nada cuando te hacen una técnica, te controlan el cuerpo desde el primer momento. No sientes que usen la fuerza, pero percibes que estás en peligro en todo el momento. En realidad tienes la sensación de recibir una “muerte bella”.
Describo estas sensaciones porque creo que es esencialmente lo que estoy buscando al practicar con ellos. Estoy seguro que cuanto más profundice en lo que me enseñan descubriré nuevas cosas que me apasionen.

¿Más tarde, Léo escribió un artículo sobre tu blog Mandarinux y Aquí budo. Dice que fuiste su primer Uchi Deshi. ¡Cuéntanos esta experiencia!
Sí, me sorprendió mucho leerlo también. Hasta ese momento no sabía si había tenido otros alumnos en casa o no. Me invitó de un modo tan natural que pensé que era algo que hacía a menudo… me sentí verdaderamente conmovido por el gesto.

La experiencia de Uchi Deshi fue muy interesante, llena de matices de aprendizaje en las artes marciales y en otros aspectos de mi vida personal. Léo me invitó a París para que asistiera al máximo de cursos y clases posibles. Entre semana iba con él al Kishinkan a entrenar con sus alumnos y los fines de semana viajabamos a otros lugares donde impartía sus seminarios. El trato era que condujera los coches y fuera su chofer (risas). Condensé en un mes muchas horas de entrenamiento, quizás para algunas personas lo equivalente uno o dos años de práctica. Creo que eso formaba parte de su plan (risas).
 Stage d'été de Valencia
 En Valencia

En su casa me dejó una habitación para dormir completamente llena de revistas, libros y artículos de artes marciales. Era como un templo del conocimiento marcial. Aprovechaba para leer por las noches y satisfacer mi curiosidad. Intentaba no molestar, entender cómo vive con su familia, ayudarles en sus pequeñas rutinas y aportar algo positivo dentro de mis posibilidades como invitado. Son muy agradables y me han recibido como un amigo, no sentí que tuviera que esforzarme en ningún momento. Guardo con mucho cariño el día de S. Valentín que lo pasé con su padre bebiendo una buena botella de vino y cocinando para él. Conectamos bien ese día (risas).

Respecto a los viajes fuera de Paris, Léo me facilitó muchas cosas a las que no suelo acceder, cómo una buena alimentación y cuartos de hotel… yo no me lo podía creer. Cuándo subí al avión creía que me tocaría dormir en tatamis con sacos de dormir, comer bocadillos, etc… no estaba preparado para tanta generosidad. Es algo que se lo agradeceré siempre, por supuesto, pero es algo que también intentaré hacer con alguien en el futuro si tengo esa posibilidad. Creo que fue una gran lección, sin olvidar que estos gestos son un reflejo de su personalidad.

Ocurrieron muchas cosas mientras estuve en París. Algunas tristes cómo el fallecimiento de Réné VDB Sensei y otras increíbles como el seminario de Kuroda Sensei. también viví muchas anecdotas muy divertidas que podría describir y que harían esta respuesta aun más larga (risas). La que más me marcó fue un viaje a Bélgica en el que estabas tú y otros alumnos del Kishinkan de Paris (Marie, Alexandra, Yael). Siento que conectamos todos en esos días y nos divertimos verdaderamente. Fue una experiencia única en muchos sentidos (risas). Entendí entonces porque este grupo se llama Kishinkai (grupo que profundiza con alegría). La imagen que el practicante de artes marciales nunca se lo pasa bien y está constantemente sufriendo, no es realmente necesario para profundizar y ser mejor en la disciplina.
 
Finalmente lo más importante que descubrí de Léo es que es una persona muy trabajadora y dedicada a lo que hace. Parece que siempre le pasan cosas buenas y que tiene una estrella que le ayuda por el camino. Eso no es cierto. Se esfuerza para mejorarse y mejorar el entorno inmediato que le concierne, se construyó y reconstruyó varias veces a lo largo de su vida y, por ello, entiende bien lo que quiere y no quiere y arriesga mucho por el camino. Me parecía que estaba constantemente fuera de su zona de confort y eso es algo que respeto y admiro mucho. Es algo que intento ir incluyendo en mi vida.

Léo Tamaki Senseï Leo Tamaki Sensei

¿He visto que desde el año pasado ha crecido el grupo Kishinkan Spain. Como se organiza esta escuela y el sistema de Aïkido y federación en España?
Actualmente, el Kishinkai en España es una asociación cuyo presidente es Léo Tamaki Sensei. Él viene por lo menos dos veces al año a Valencia y cuando no puede se ocupa de enviarnos otros profesores para proveernos con buenas herramientas de trabajo. Actualmente somos tres instructores activos en Valencia, intentamos seguir lo mejor posible lo que nos propone. Léo se aseguró que íbamos por un buen camino antes de pasarnos esta responsabilidad. 

Estamos desvinculados de la federación nacional porque nuestro objetivo es el de crear un grupo, una gran familia que enseñe y se ayude mutuamente para mejorar la calidad de la práctica. Ése es el principal objetivo. Es una elección complicada a nivel curricular, como debes entender, pero a nivel personal estoy en paz con ello. Al practicar en París vi que hay un mundo gigante en las artes marciales que no se puede delimitar en un conjunto de normas incluidas en una federación: todo el tema de los grados, los niveles, los cursos, los exámenes... son una visión occidental para lo que es un camino interno en el Budo. Es una aproximación que respeto mucho, por supuesto, e intento establecer responsablemente algunas pautas para mis alumnos, como un repertorio de técnicas, etc, etc. Pero estoy de acuerdo con Léo: los grados son más una cuestión de dedicación al arte que un cierto número de licencias pagadas, cursos atendidos y un examen aprobado. Además, las sensaciones internas que te provocan por ejemplo Kuroda Sensei, Hino Sensei no se pueden medir exactamente por la cantidad de años de práctica (risas). 

Miguel, Julien Coup et ses partenaires du groupe Kishinkan Spain, Ivan et Oscar
 Ivan, Oscar, Julien y yo (masterclass para el Kishinkan Spain)

Sé que en septiembre empezaste dar clases de Aïkido en Valencia. ¿Que más te gusta de la enseñanza?
Si, en septiembre empecé a dar clases. No es la primera vez que imparto clase, enseñaba química en la Universidad, pero es la primera vez que doy clases de artes marciales. Es una experiencia totalmente diferente. Cuando enseñas teoría siempre tienes esa ayuda, ese respaldo del conocimiento instituído. En las artes marciales no… en realidad tienes que esforzarte mucho, lo que haces tiene que valer algo, tiene que ser interesante. Es una experiencia muy exigente.
Lo que más me gusta es descubrir que mis compañeros hacen progresos y formamos un grupo sólido e unido. Es cómo plantar semillas, regarlas y ver que brotan. Es una de mis grandes alegrías. 

 DSC_3300
David, Javi, Álvaro Sensei y yo entrenando en Valencia

 ¿Entonces el contacto con tus estudiantes es un plus en tu práctica?
¡Definitivamente! Me hace madurar todos los días. No puedo entrar y pasar de hacerlo bien… relajarme y decir “lo haré otro día” (risas). Me he dado cuenta que todos los días doy todo lo que sé e intento mejorar. Mis alumnos aprenden de mí pero yo también aprendo de ellos. Intento ser honesto con mis limitaciones, que son muchas. Les comunico esas inquietudes, les pido que me cuestionen. Todos los fallos que descubra podré subsanarlos en el futuro. Los que nunca descubra allí estarán, siempre. Ese es la mejor parte de enseñar, me obliga a no conformarme y reconocer mis errores. Además, siempre me hecho unas risas con mis amigos después de la clase.

¿Cuándo te veremos de nuevo en Francia?
Este mismo mes (5 febrebro) voy a estar en Paris y entrenar con vosotros y Kuroda Sensei… nos vemos pronto Alex. ¡Ten cuidado con mi cabeza, por favor! :D

Merci Miguel...
 :) "

5.4.13

La inspiradora naturaleza

 Creci en las islas Azores. Son 9 islas portuguesas perdidas en el Atlantico Norte, a un tercio del camino entre Europa y Norteamerica.

Por ahí estan las Azores

 A lo largo de toda mi infancia me encontré rodeado de los paisajes mas impresionantes y abrumadores que he visto hasta el día de hoy. No me dí cuenta de lo importante que eran para mi los silencios profundos de los dias de verano y del ruído frenético de los fuertes vientos huracanados y húmedos del invierno, hasta que vivi las estaciones del año fuera de las islas. 

 
 Isla Terceira (donde creci) Foto Rui Cunha
 
 
 Isla de Pico en invierno - punto más alto de Portugal

Es dificil explicarle a un forastero qué es lo que apasiona de estas islas. Puede ser el sentido del humor peculiar, la forma de vivir algo alejada de las leyes del resto del país, la sana adicción a las amistades vitalícias, los saludos a tod@s en la calle, las fiestas de verano y las de invierno, las historias, las risas hasta no poder más, dormir en la calle sin un policia despertándote para mandarte a casa (por tu protección, por supuesto). 

  

 
 Saltar al agua en la isla de S. Miguel - el estado salvaje

Hay también una sana sensación de aislamiento y no me refiero a recursos naturales ni tecnológicos o humanos, porque estos existen como en cualquier otra lugar. Es estar alejado de las áreas fuertemente contaminadas, el sentirte conectado a un estado más salvaje (o la posibilidad de visitarlo a menudo) de poder ver grandes animales mucho más antiguos que el hombre y a quienes debemos respeto, o simplemente por poder estar sólo en los elementos. Todo esto hace que hace que me sienta más humano.

 
 Delfines en el canal

Cachalotes en los mares del sur de Pico

Alli hay pueblos imposibles, gente que no se atemoriza ante a la soledad, que se une y tiene más amigos que en una gran ciudad. Hay gente autosuficiente, hay funcionarios publicos, hay autónomos... todos se han adaptado a una extraña forma de vida.

 
 Isla de Santa Maria

 Playa escondida en la isla de S. Miguel

Crecer allí fué inspirador. Estuvó lleno de retos personales y sociales, fisicos y creativos. Tuve una infancia con pocas cosas materiales, pero lo tuve todo. No iba a guarderias para niños como ahora... cuando hacia buen tiempo bajaba las cuestas de la montaña en un trineo de cartón. 

¡Oh que felicidad crecer en la inspiradora naturaleza!


"Somos amantes... no podemos dejar de amarnos" 
Margarite Duras