El seminario de Léo Tamaki y Brahim Si Guesmi Sensei ha terminado. Han sido 35 horas intensivas de Aikido a lo largo de la semana. En estos días me pasó de todo: creo que me he roto un dedo, tengo las rodillas quemadas del tatami y la muñeca desgraciada. Compré y bebí más agua que en todo el año para poder pasar las horas de calor en el tatami. ¡En suma, fue muy grande!
Estirando para la clase de Brahim Sensei
Durante estos días vimos muchas técnicas y tuvimos tiempo de consolidarlas para poder estudiarlas y ampliarlas en el futuro. Pero esta vez lo más importante no han sido las técnicas. En algunos momentos tanto de la clase de Brahim como las de Léo tratamos del espiritu del tiempo, de la paciencia en los microsegundos antes de hacer la técnica, en crear la situación, estar en el ritmo. Esto ha sido lo que verdaderamente más me emocionó.
Brahim Si Guesmi la calma en acción
(foto ExWorld)
El último día me encontraba exhausto, la última media hora no me quedaban fuerzas. Trabajabamos Jo Dori (robar el Jo, una lanza corta), cuando se acercó Léo para atacarme. Me presionó con mucha intensidad y no podía responder adecuadamente, las técnicas no me salían. Entre los ataques me decía: "estate conmigo". Aunque no lo pude hacer, quizás porque la diferencia de nivel es muy grande, entendi bien lo que me quisó decir. Me senti cómo los Ukes de Tamura Sensei que nunca llegan a conseguir defenderse de sus ataques. No es que sean demasiados poderosos, es la intensidad, la presión de todo su cuerpo que domina Uke.
La presión: ¿uno de los secretos de las Koryu?
(foto Shizuka Tamaki)
¡Gracias Léo!
:)
1 comentario:
Gracias, Tamaki sensei!!
Gracias, Si Guesmi sensei!!
Gracias, Miguel!!
Un abrazo MUY grande!!
Publicar un comentario