26.9.13

Las pequeñas grandes diferencias

Desde que recuerdo mi visión es mala. Soy muy míope y eso siempre ha sido un handicap a la hora de realizar actividades físicas. De niño fui portero de futbol, llegué a ser considerado el mejor de mi año, pero en las Azores y en los años 90 sólo tenía una opción: o no ver nada en el campo, o jugar con gafas y arriesgarme a partirmelas en la cara... finalmente tuve que desistir  :)

Actividades serenas compatibles con las gafas

Las incomodidades de ver mal se arrastraron a lo largo de mi vida: no veía bien para bucear, baloncesto, balonmano, vela, natación... usar gafas o lentillas en las artes marciales pueden ser muy perjudicial y peligroso para los ojos, etc, etc... hasta un simple paseo por la montaña o una salida por la noche tenia que ser cuidadosamente planificada por si llevaba lentillas o gafas. Sé que no es una enfermedad muy terrible o verdaderamente incapacitante, pero puede llegar a ser muy pesado.

Buscando libertad

He decidido cumplir pues, un deseo que arrastro desde hace años. Me operaré de la miopía y astigmatismo con la esperanza de poder ver bien, de practicar los deportes y actividades que amo libremente. Sobretodo espero con ansiedad el dia en el que despierte por la mañana y el gesto de ir a buscar las gafas esté obsoleto, que un trozo de metal con cristales antirreflejo deje de ser la primera cosa que necesite para poder salir de la cama.

La dependencia de la miopía

La operación es hoy. La recuperación es de mínimo una par de semanas. Hasta que vea bien puede que pase un mes. Es un pequeño precio para tanto beneficio. Estrenaré mi nueva vida de práctica con el Kishinkai, en Paris. Mientras tanto, y como mínimo, tendré que interrumpir las clases en el Artola Gym hasta el día 15 de Octubre. A partir de entonces espero poder volver con regularidad a la práctica marcial.



 "¿Colores nuevos....días claros?"


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