Volver a Paris

Este ha sido quizás el intervalo de tiempo en el que menos he escrito en aquibudo. La presión de la crisis y el aumento de multi-tareas que es necesario inventar para sobrevivir en este país a veces dejan poco tiempo para lo que más me gusta de la red: un poco de investigación, buena lectura, algunos datos históricos, recompilar información y escribir sobre lo que más me ha gustado.

Practicando en el Kishinkai, con compañeros excepcionales

Estas ultimas dos semanas han estado llenas de aventuras no-marciales, pero falta apenas una semana para ir nuevamente a Paris para dedicarme exclusivamente a entrenar y a disfrutar de un ambiente marcial con los mejores budokas que he conocido a dia de hoy. Como siempre, volver a ver a mis profesores Léo Tamaki, Issei Tamaki, Antoine Chatry, Julien Coup, Tanguy Le Vour'ch y todos los formidables compañeros del Kishinkai, significa la posibilidad de mejorar mi técnica, aprender nuevas formas, nuevos conceptos y contenidos. Entrenar con ellos requiere una gran atención al detalle y un mente abierta.

Aprendiendo técnicas ocultas

Poco a poco, los diferentes proeyectos en los que participo, a parte de mi trabajo, tales como mandarinux, dar clases de Aikido, mantener algunas páginas web por aqui y por allá y otros más que acaban de nacer me dan vida, me hacen crecer como persona, pero exigen muchisima dedicación y algunas decisiones arriesgadas en los momentos que vivimos. 

Para animarme, pienso siempre en frases animadoras como la de Confucio: "Si vives de algo que te apasiona no trabajaras un solo día en tu vida"....obviamente, Confúcio no vivia en la España del siglo XXI y no practicaba movimientos de kenjutsu el fin de semana, mientras escribe al ordenador. Supongo que se dedicaba simplemente a UNA cosa que le gustaba.

¡Mucho peligra mi pantalla!

:)

Proyectos que se avecinan: nuevas cosas que aprender

Pienso en todos los proyectos que me pisan los talones aqui en España y lo que supone dejarlos parados durante una semana para practicar artes marciales...me sabe mal pero...

¡No puedo evitar sonreir de felicidad!

Un momento de descanso para poder cansarme