En el año 400 a.C. hubo una competición de Pancracio
en los Juegos Nemeos que quedó grabada en la Historia. En ella se enfrentaron
Kreugas, el campeón de Epidamnos, contra Damóxenos de Siracusa. Según lo que
cuenta la historia, el enfrentamiento duró horas, cuando por fin el sol se
despidió en el horizonte el combate tuvo que ser suspendido. Pero las reglas
del Pancracio dictaban que el vencedor del combate debería decidirse de otra
forma: cada luchador debería golpear al otro por turnos. Esto se haría hasta
que uno cayera.
Echada la suerte le tocó a Kreugas ser el primero
en golpear. Le pidió a Damóxenos que bajara la guardia y cruzara los brazos. En
esta postura le dio un brutal golpe que le hizo caer al suelo. Cuando Damóxenos
se recuperó, pidió a Kreugas que levantara el brazo. De esta forma todo su
costado estaba al descubierto. Sin piedad y con la mano abierta y rígida como
un cuchillo, hundió sus dedos por debajo de las costillas, perforó su piel y le
arrancó los intestinos, terminando así con su vida.
Kreugas levantando el brazo
Los jueces, quizás un poco chocados por la
violencia del acontecimiento, decidieron descalificar a Damóxenes bajo el
pretexto de haber usar cinco puntos (los dedos) en vez de apenas una parte de
su cuerpo para golpear. Kreugas ganó de esta forma el combate... pero de poco
le sirvió.
¿Creo que el Atemi estaba claro en la
Grecia Clásica, no?
¡Ouch!
X(
2 comentarios:
Es una de los combates más memorables de la historia.La verdad es que cuesta creer que con ese golpè pudiese llegar a sacarle los intestinos y matarlo. Supongo que simplemente lo mataría, porque lo otro pienso es imposible.
Las memorias de la historia siempre son exageradas...tendriamos que haberlo visto para saber ;)
Publicar un comentario